Empezamos con las ansiadas temperas.

Varias semanas después de empezar las clases llegó el día de utilizar las temperas. Ese material que tanto nos apetecía.

Antes de comenzar con la actividad dimos un poquito de teoría sobre el color.

El color es uno de los elementos más importantes en las expresiones artísticas. Podemos diferenciar entre colores luz, aquellos que son el resultado de la suma de las radiaciones de las distintas longitudes de onda de diferentes porciones de azul, rojo y verde; o los colores materia que aparecen cuando un pigmento refleja la luz blanca que lo ilumina. Las características del color son el tono o matiz, la saturación o intensidad y la luminosidad.

Comenzamos utilizando las temperas para hacer una rueda del color:

Con esta rueda hemos visto de forma visual los colores complementarios. En la rueda estos colores son los que están en frente el uno del otro. Por ejemplo, El complementario del amarillo sería el morado.

Antonio Machado decía:

Busca tu complementario,

el que marcha siempre contigo

y suele ser tu contrario.

Después de ver estos conceptos nuestra profesora nos encargó dos trabajos:

1- Dibujar un paisaje cuatro veces y en cada una utilizar una combinación de colores. En la primera colores cálidos; en la segunda teníamos que elegir dos colores complementarios; en la tercera utilizar la monocromía de algún color, es decir, escoger un color y mezclarlo sólo con blanco o negro y en la última sólo debíamos utilizar blancos, negros y grises.

2- Dibujar un retrato utilizando sólo dos colores complementarios uno para las luces y otro para las sombras.